¿Cómo un grupo de rock puede seguir innovando y sorprendiendo cuando parece que ya se ha escuchado todo? ¿Cómo puede una banda metamorfosearse con cada nuevo disco sin prostituirse, dejando atónitos a críticos y extasiados a fans? ¿Cómo se hace para darle un zarpazo a las industrias discográficas y seguir siendo idolatrados por éstas? Y por último, ¿cómo se hace para elaborar letras profundas que se acercan a lo que es el alma del hombre contemporáneo en medio del gélido mundo del pop?
Sin duda, si hay algún grupo que puede tener respuestas a estas interrogantes es Radiohead, la banda que si todo sale como espero, tendré la posibilidad de ver por primera vez en vivo el 12 de junio del próximo año cuando se presenten en el marco del Festival Daydream de Barcelona. Un sueño.
Sin duda, si hay algún grupo que puede tener respuestas a estas interrogantes es Radiohead, la banda que si todo sale como espero, tendré la posibilidad de ver por primera vez en vivo el 12 de junio del próximo año cuando se presenten en el marco del Festival Daydream de Barcelona. Un sueño.
Como esos grandes actores que pueden salir a escena e interpretar los más diversos papeles sintiéndose como peces en el agua, Radiohead posee una versatilidad natural que se ve reflejada en los cambios que van introduciendo en cada disco. "Pablo Honey" no se parece a "The bends" y "Amnisiac" no es similar al increíble "OK Computer", por nombrar algunos de sus discos. En cada uno de éstos se denota un marcado interés por ser vanguardistas, por ir un paso más allá que el resto. Y lo que es mejor: siempre salen bien parados de este difícil desafío.
Lo de "OK Computer" raya lo soberbio, siendo uno de esos discos imprescindibles, que debe de estar entre los 10 mejores de la historia del rock. El disco estandarte de la "Generación X", la que describe Douglas Coupland en su novela del mismo nombre, y que se caracteriza por ir frente a la vida como no esperando ni creyendo en nada. El disco del hombre alienado, del consumismo, de la soledad, de las nuevas tecnologías…
En el mundo de Radiohead no sólo se puede mezclar éxito comercial con evolución artística, sino que también hay espacio para un marcado interés por temas sociales y una cada vez más extensa gama de imitadores. Hacía mucho que una banda no reunía todo esto, dicen los expertos. Eso ya comienza a hacerlos únicos. Algo que se confirmó con el lanzamiento mundial hace algunos meses de su disco "In Rainbows", el cual por primera vez ofrecía a sus fans la posibilidad de descargarlo por Internet pagando el precio que quisieran, incluso gratis. Más allá de los debates si la propuesta fue exitosa o no - hay quienes dicen que cerca de un 60 % bajó el disco sin pagar nada -, el atrevimiento de la novedosa iniciativa ya ha hecho que muchos músicos piensen en un camino similar que sirva para propagarse y combatir a la piratería.
Radiohead se ha transformado en objeto de culto. No sólo por su innegable calidad musical, sino también por ser símbolos de un desencanto tan propio de la generación de los 90. El cerebro de este existencialismo no es otro que Tom Yorke, un verdadero poeta de la música que hace himnos para la gente que pierde en la vida y que los interpreta con esa voz dulce y desgarrada que pareciera brotar desde un oscuro y silencioso bosque. En síntesis, Yorke hace música para casi todos, porque los triunfadores, como se sabe, son muy pocos, y como escribió Scott Fitzgerald y popularizó Sabina, nada mejor que hablar desde la autoridad otorgada por el fracaso.
Este ser despreciativo y ensimismado que es Yorke, que intenta buscar en la música ese placentero estado donde pueda dejar atrás todas sus angustias, sus ansias, creó "Creep", la canción que fue censurada por la BBC 1 por “depresiva” y que mejor refleja quizás los miedos que han atravesado muchos, al narrar la historia de un hombre borracho que trata de atraer a una chica pero que sólo lo consigue cuando pierde la confianza en sí mismo. Como tenía que ser, el tema fue un hit, que llevó a la banda a dejar de tocarlo por años, tal como hizo Nirvana con "Smell like teens spirit", para no ser encasillados. No podría haber salido de otra mente que de la de Tom Yorke una canción así o un disco como "Ok Computer". Sólo pudieron ser creaciones suyas, de una persona que vivió durante años una lucha desgastadora y atormentante por mejorar ese ojo paralizado con el que nació y que lo fue haciendo un solitario con una personalidad inadaptada, sensible y sumamente perspicaz, la cual lo ha alejado con creces de la imagen tópica del rock star, que se traduce en una vida tranquila junto a su mujer de toda la vida y sus hijos.
Y el resto de la banda maneja los mismos códigos. Como muy bien los describió en un artículo el periodista Enrique Martínez “son la típica pandilla de autistas que los fines de semana lía un porro tras otro, mientras se emborracha sentado, no baila ni aunque le disparen a los pies, y se dedica a arreglar el mundo discutiendo (o más bien dándose la razón) interminablemente, mientras que, cuando ya están completamente ciegos, hablan de lo que de verdad les hierve la sangre: su última adquisición discográfica, o la última película francesa o vietnamita que han visto”.
Para alguien que se crió escuchando el mito de que Radiohead iría alguna vez a Sudamérica, un rumor que se transformó para muchos en una broma de mal gusto, poder oír en vivo en un festival en Barcelona a la mejor banda del mundo desde hace muchos años será un placer… un placer de esos esperados, de los que se disfrutan más. Por eso les digo a Yorke y compañía, desde este humilde espacio, que cuenten conmigo ese 12 de junio, donde el existencialismo una vez más se hará música.
Lo de "OK Computer" raya lo soberbio, siendo uno de esos discos imprescindibles, que debe de estar entre los 10 mejores de la historia del rock. El disco estandarte de la "Generación X", la que describe Douglas Coupland en su novela del mismo nombre, y que se caracteriza por ir frente a la vida como no esperando ni creyendo en nada. El disco del hombre alienado, del consumismo, de la soledad, de las nuevas tecnologías…
En el mundo de Radiohead no sólo se puede mezclar éxito comercial con evolución artística, sino que también hay espacio para un marcado interés por temas sociales y una cada vez más extensa gama de imitadores. Hacía mucho que una banda no reunía todo esto, dicen los expertos. Eso ya comienza a hacerlos únicos. Algo que se confirmó con el lanzamiento mundial hace algunos meses de su disco "In Rainbows", el cual por primera vez ofrecía a sus fans la posibilidad de descargarlo por Internet pagando el precio que quisieran, incluso gratis. Más allá de los debates si la propuesta fue exitosa o no - hay quienes dicen que cerca de un 60 % bajó el disco sin pagar nada -, el atrevimiento de la novedosa iniciativa ya ha hecho que muchos músicos piensen en un camino similar que sirva para propagarse y combatir a la piratería.
Radiohead se ha transformado en objeto de culto. No sólo por su innegable calidad musical, sino también por ser símbolos de un desencanto tan propio de la generación de los 90. El cerebro de este existencialismo no es otro que Tom Yorke, un verdadero poeta de la música que hace himnos para la gente que pierde en la vida y que los interpreta con esa voz dulce y desgarrada que pareciera brotar desde un oscuro y silencioso bosque. En síntesis, Yorke hace música para casi todos, porque los triunfadores, como se sabe, son muy pocos, y como escribió Scott Fitzgerald y popularizó Sabina, nada mejor que hablar desde la autoridad otorgada por el fracaso.
Este ser despreciativo y ensimismado que es Yorke, que intenta buscar en la música ese placentero estado donde pueda dejar atrás todas sus angustias, sus ansias, creó "Creep", la canción que fue censurada por la BBC 1 por “depresiva” y que mejor refleja quizás los miedos que han atravesado muchos, al narrar la historia de un hombre borracho que trata de atraer a una chica pero que sólo lo consigue cuando pierde la confianza en sí mismo. Como tenía que ser, el tema fue un hit, que llevó a la banda a dejar de tocarlo por años, tal como hizo Nirvana con "Smell like teens spirit", para no ser encasillados. No podría haber salido de otra mente que de la de Tom Yorke una canción así o un disco como "Ok Computer". Sólo pudieron ser creaciones suyas, de una persona que vivió durante años una lucha desgastadora y atormentante por mejorar ese ojo paralizado con el que nació y que lo fue haciendo un solitario con una personalidad inadaptada, sensible y sumamente perspicaz, la cual lo ha alejado con creces de la imagen tópica del rock star, que se traduce en una vida tranquila junto a su mujer de toda la vida y sus hijos.
Y el resto de la banda maneja los mismos códigos. Como muy bien los describió en un artículo el periodista Enrique Martínez “son la típica pandilla de autistas que los fines de semana lía un porro tras otro, mientras se emborracha sentado, no baila ni aunque le disparen a los pies, y se dedica a arreglar el mundo discutiendo (o más bien dándose la razón) interminablemente, mientras que, cuando ya están completamente ciegos, hablan de lo que de verdad les hierve la sangre: su última adquisición discográfica, o la última película francesa o vietnamita que han visto”.
Para alguien que se crió escuchando el mito de que Radiohead iría alguna vez a Sudamérica, un rumor que se transformó para muchos en una broma de mal gusto, poder oír en vivo en un festival en Barcelona a la mejor banda del mundo desde hace muchos años será un placer… un placer de esos esperados, de los que se disfrutan más. Por eso les digo a Yorke y compañía, desde este humilde espacio, que cuenten conmigo ese 12 de junio, donde el existencialismo una vez más se hará música.
3 comentarios:
Ok Computer, sin lugar a dudas el mejor disco de la historia, concuerdo plenamente con los críticos...
Hola
Interesada en hacer algo con mi tiempo libre de vacaciones, me lanzé a una busqueda al respecto de la condición humana y enfaticé en el tema del Existenialismo.
Recorrí a Sartre, a Heidegger y como unos 10 enlaces más al respecto en google. Para finalizar mi texto quería concluir con música, con lo ue más me apasiona... y pedi nuevamnte ayuda a Google para que me recomendara una banda existencialista.
Google me envió a tu blog, me lanzo, de nuevo, a los brazos de RadioHead, la banda que a acunado mis más profundas fantasías, lo tangible y lo intangible, lo real e maginaro. TODO.
Esta larga y tediosa introducción para compartir contigo el amor hacia esta banda, (que envidia si los pudiste ver en vivo), razón tienes al decir que es un privilegio.
El texto es muy bueno, me gusta el título, bastante atrapador. Lo único que me molesto y que según vi en otras de tus entradas es que todos los textos los comienzas con bastantes interrogantes.
En fin, te cuento que pondré un enlace a tu blog en mi blog, me gusta mucho lo que haces con el arte.
Saludos desde Colombia.
Natalia Castillo
Artista Plástica
Tuve el privilegio, la alegría y el honor de verlos en Santiago de Chile en Febrero de este año. No alcancé a preparar eso que descansa en el fondo de uno cuando comienza el primer tema, paralizado, sobrepasado y completamente atónito escuché cómo se desgranaron una tras otras las canciones, limpias, perfectas. No me avergonzó descubrirme llorando. Claramente para un músico como yo, la vida puede dividirse entre antes y después de ese concierto.
Pero amigo, creo que hay que tener cuidado al utilizar la palabra existencialismo, no hay que olvidar que es una corriente filosófico literaria que sólo tuvo un fallido impulso musical en la postguerra, quizás las letras puedan compartir esa corriente, pero hablar de música existencialista es como hablar de "Óperas Cartesianas".
Felicitaciones por tu texto, pero cuidado con confundir y generar mayor ignorancia que la existente sobre este miserable mundo.
Saludos
Publicar un comentario